miércoles, 13 de junio de 2012

burbujas en una botella de agua



 
Inexpresivo, casi fúnebre, el mar, como tantas veces, mantuvo a salvo el horizonte impidiéndome hundirlo con mi dedo –el de la ira, el que ejecuta los crímenes-. Convertido en el signo fatal de la resta me obsequiaba así con una ausencia más.


Pero la cordura estaba ahí, erguida sobre sus patas de aluminio, cuadrada, sólida, dispuesta para administrarme mi dosis de placebo.



Del Diario de Humo. Carmen Jurado Torresquesana

4 comentarios:

  1. Y después de tanto tiempo, sin atreverme o no querer pararme a mirar mi interior en tu universo...¡zas! el espejo. Volverás a ser mi dosis, pero espero que esta vez, contenida... y cuando llegue el momento te contaré mi secreto; ese que tú ya sabes.

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  2. ¿Te has dado cuenta?. Soy el miembro número trece...

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  3. La cordura, siempre impidiendonos hacer las cosas que realmente nos gustaria. Aunque a veces sea para bien.

    Besos rabiosos

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  4. Breve e igualmente impactante estas búrbujas...
    Será, Carmen, que no podamos atribuir a la cordura ciertas sogas de supuesta sensatez aprehendida en nuestra memoria de brujas sabias condenadas?

    FELIZ SANTO, CON RETRASO MI NIÑA,

    CON LAS BURBUJAS DE LOS CAVAS O VINOS DE AGUJA...CELEBRO CUANDO PUEDO, CON QUIEN TOCA, ME TOCA...CORAZÓN, ALMA. un beso

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